domingo, 21 de octubre de 2007

Aproximaciones a los aspectos gramaticales del Mapudungum.


Claudio Oyarzún Paiva
Docente de las áreas de Literatura y Educación – UDM Sedes Centro-Sur
Docente del Instituto de Estudios Humanísticos Abate Molina – Universidad de Talca


I. Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos

Los días 6 y 8 de junio de 1996 se reunieron en Barcelona, España, 61 ONGs, 30 centros y 40 expertos en derechos lingüísticos de todo el mundo. La convocatoria de la Conferencia Mundial de los Derechos Lingüísticos fue una iniciativa del Comité de Traducciones y Derechos Lingüísticos del PEN Club Internacional y el CIEMEN, bajo el patrocinio de la UNESCO.

La asamblea constituyente aprobó la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos por aclamación, en un acato celebrado en el paraninfo de la Universidad de Barcelona. La Declaración es un texto extenso y complejo, cuyo esfuerzo se destinó a definir los derechos lingüísticos equitativos, sin subordinarlos al estatus político-administrativo del territorio a que pertenece la comunidad lingüística, ni tampoco a criterios de decodificación o número de hablantes. Por ese motivo, la Declaración proclama la igualdad de derechos lingüísticos, sin distinciones no pertinentes entre lenguas oficiales, no oficiales, nacionales, regionales, locales, mayoritarias, minoritarias, o modernas, o arcaicas.

Articular los derechos lingüísticos de comunidades, grupos y personas que comparten un mismo espacio es imprescindible para garantizar la convivencia, pero resulta extraordinariamente complejo. Por ello la Declaración tiene en cuenta los derechos de la comunidades lingüísticas asentadas históricamente en un territorio con el fin de establecer una gradación, aplicable en cada caso, de los derechos de los grupos lingüísticos con diferentes grados de historicidad y de autoidentificación, y, de los individuos que viven fuera de su comunidad de origen.

II. La amenaza latente: morir de palabra

Todas las predicciones indican que durante el siglo XXI pueden desaparecer el 80% de las lenguas del mundo. Ello comporta un planteamiento inevitable: que el plurilingüismo y la diversidad lingüística han de contribuir a la cultura de la paz tanto como ésta tiene que contribuir a preservar la diversidad.

Esta relación o marco dialéctico es asumible si el desarrollo de la cultura de la paz explora los valores que proporcionan las lenguas como elemento de integración social y de ajuste de los equilibrios en validez de los hablantes por la virtud de hablar su lengua. Luego, para conseguir esto, hay que fomentar, sembrar y propalar una nueva percepción del propio “hecho lingüístico”. Si las lenguas son sustituidas es porque predomina la percepción impuesta por la cultura dominante, la contratación de la lengua como valor de cambio, en pos de una mejora de estatus o recompensa del hablante, y no de valorar la lengua nativa como expresión máxima de aproximación e intervención de la realidad.

La Declaración ha concedido una atención especial a la articulación entre los derechos de las comunidades y grupos lingüísticos con los derechos de las personas que forman parte de ellos. La Declaración explicita una serie de derechos inalienables y ejercitables en cualquier situación; algunos de éstos son:

“El derecho a ser reconocido como miembro a una comunidad lingüística”

“El derecho al uso de la lengua en privado y público”

“El derecho al uso del propio nombre”

“El derecho a mantener y desarrollar su propia cultura”

Aspectos generales de la gramática del Mapudungum

El idioma de la raza Araucana es de tipo aglutinante, es decir, una palabra contará siempre de un lexema y varios morfemas gramaticales, pero cada uno de ellos poseerá un morfo perfectamente delimitado. Su nota característica es el verbo de predominio sobre los demás integrantes morfosintácticos. Esta lengua, mediante la inclusión de múltiples partículas y raíces de toda clase de palabras, aumenta su poder expresivo en medida poco menos que ilimitada; además, adquiere una adaptabilidad apropiada y determinante para la descripción de objetos, se desplaza hacia los pormenores del pensamiento y sus sutilezas. El verbo, con su inmensa riqueza de forma y su potencia expresiva, activa la presunta acción gramatical de las demás partes de la oración; luego, por extensión, la lengua es lengua del verbo.

Su marco fonético (alfabeto) consta de elementos:

Bilabiales: m, p, v
Labiodentales: f
Dentales: d, t
Alveolares: l, n, ñ, r, s
Velares: k, q, tr, w

La cantidad de fonemas es de 18 consonantes y 7 vocales, con existencia de una media vocal. Los sonidos vocálicos al español son: a, e, i, o, u, con diferentes lugares de golpe pronunciativo para todas ellas. Sus vocales peculiares son la media vocal, y la mixta, que es una u con cremillas. Respecto de las consonantes, 8 de sus 18 elementos concuerdan en su valor fonético con las respectivas consonantes españolas, las otras ofrecen diferencias.

Aspectos morfológicos y semánticos de los apellidos

Rescatar o tratar de mantener la lengua en un texto escrito ha sido tarea bastante antigua. Así, los códigos han permanecido en diferentes culturas, en desoladas salas de biblioteca que al lector avezado sugieren un mundo fascinante y mágico; a la vez, la lengua nos aporta un caudal infinito de apreciaciones, aún más valiosas si se refieren a sistemas genésicos, donde se revela el mundo y la atracción de denominar cada elemento es diario o se va construyendo con el paso del tiempo para ir revelando el alma de un pueblo.

La variedad de apellidos indígenas, tan ligados a la tierra, quizás tratando de comprender el valor del reino animal con sus diferentes manifestaciones, dicen relación con las cualidades de lo natural, con su condición, con su medio y con numerosas circunstancias de carácter puramente fonológico.

Cuando un apellido como Cona (Valiente), Huenchu (Hombre), Auca (Rebelde), Linco (Ejército), Huaiqui (Lanza), etc., cuando un apellido como estos es utilizado, digo, se hace en base a una severa selección, pues determina la característica específica del sujeto, vale decir, del ser del hombre. El cuerpo y sus facultades físicas se hacen presentes a menudo: Anca (Cuerpo), Ange(Cara), Namu (Pie), Pue (Vientre), etc. En el caso de Necul (ligero en acción), Cupan (venir), Tripan (salir), Lefn (correr), estas son habilidades del cuerpo, destrezas y aptitudes corporales -la corporeidad es un atributo que sustenta el valor y es un soporte del liderazgo; cfr. "La Araucana", el caso de Caupolicán (Qeupelicán).

La vida diaria conforma apellidos de muy naturales expresiones: Ruca (vivienda), Cahuin(fiesta). También los astros naturales: Huenu (cielo), Antu (Sol). El relieve geográfico y el paisaje también cuentan: Mahuida (montaña), Lelgfun (pampa), Lemu (bosque), Co (agua), Leufu (río), Lfquen(mar), Trayen (cascada). Y del reino mineral: Cura (piedra), Llanca (piedra-joya), Qeupu (pedernal).

Las connotaciones de los animales se valoran, así encontramos la astucia del zorro, Ngeru, la fuerza del puma, Bangui, del tigre, Nahuel, de la grandiosidad del cóndor, Mañque, del aguilucho, Ñamcu, del avestruz, Cheuque, del guanaco, Hueque, excluyéndose determinantemente la grosería o restos biológicos de éstos.

La naturaleza le entregó colores y los supieron apropiar, conformando también apellidos: Callfu(azul), Curu (negro), Cumi (rojo). Los números también formaron en gran cantidad apellidos, así tenemos: Cula (tres), Meli (cuatro), Mari (diez).

Con lo que respecta a su Morfología, existen algunos apellidos cuya estructura es sólo un sustantivo, como por ejemplo Manqui (cóndor). Otros mezclan sustantivos con adjetivos, adjetivos numerales de preferencia: Maripangui (diez pumas); o mezclan verbos con sustantivos: Manquilef (corrió el cóndor), Panguilef (corrió el puma). También aparecen los construidos por conformación de adverbio y sustantivo: Neculman (necul= ligero, mañque= Cóndor; luego: Cóndor ligero). O apellidos de sólo un verbo, por ejemplo Acun, cuya modificación actual es Acum, el cual significa llegar.


Bibliografía:

"Educación Bilingüe Intercultural", en Revista Iberoamericana (1997).
Ernesto de Moesbach, "Idioma Mapuche: Gramática Araucana".
Diccionario Etimológico Gramatical de Apellidos Mapuches—Huilliches.

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