Poesía: "EL DESPERTAR" y otros

Priscila Lagos Guajardo

Pedagogía en Lenguaje y Comunicación, Campus San Fernando
Colectivo Queridas Mías Producciones

El despertar

Existe un lugar
En donde no se oye
Se grita, se calla
Se canta y se ríe
Recuerda que es importante
Aullar cuando es debido
Y no olvides que el gritar
A veces es bienvenido.

No reniegues de tu ser
Cuando no te encuentres
Alégrate de ser como eres
Si algo hay que cambiar
Que sea porque tú lo quieres
Y si tienes que esperar
Que sea porque así se crece.

Lo mejor siempre está por llegar
¡No desesperes!
Y si te sientes angustiado
Escríbelo y denuncia lo que vives
No es preciso autodestruirse
Para rebelar lo que te asfixia
Hay un mundo allá
Que anhela ese despertar
Ese encuentro con el yo más íntimo
El que se esconde en lo más recóndito
De uno mismo.

Amaneceres y ocasos
Son los que recuerdo
Cuando creo ver que se acerca.
No comprendo qué es lo que desea,
Ya no sé que más debo hacer para saber,
Las verdad es que también
Yo me he secado por dentro,
Ya no sé si puedo sentir de nuevo.
Pero en este trance en el que me encuentro
He descubierto momentos y lugares
Y a veces algunas ansiedades.
Ya la desesperación se ha ido
Y no recuerdo cuando llegó el olvido.
Mi eterno compañero ha permanecido conmigo
Y la espera no ha sido tan tremenda.
El mundo se cansó de mi silueta
Ni siquiera puedo ver quién se acerca,
Es como si mi visión se hubiera perdido,
Como si todo mi ser no respondiera a otro estímulo,
Como si la muerte cubriera todo mi cuerpo
Y esa paz y quietud envolvieran mi alrededor
Y se durmiera conmigo poco a poco.

Cuántas palabras más…
Serán suficientes para evidenciar
Las sustancias más ocultas
Y las menudencias más astutas
De una mente completamente repleta
De conceptos e imágenes.
Cada lugar y cada rincón
Son importantes para seguir recopilando
Sustancias y más sustancias
Reflejos de aventuras y desventuras
Momentos y cuartetos
De un montón de aciertos y desaciertos
Muchas veces comprendidos,
Y otros recientemente analizados.
El mar negro no se compara
A la inmensidad de toda esta información
Es probable que no alcance
Una vida humana para replantearse
Y analizar tanto episodio
Pero me basta con plasmar algunos episodios,
Algunos signos lingüísticos en este pequeño lugar
En donde cada signo significa algo
En la vida de alguien.

Matarte a besos a veces quisiera
Morirme por tus abrazos tal vez
Regodearme de tu presencia
Y esconderme de tu sombra.

Nada más quisiera deshacerme de ti
Olvidar que alguna vez exististe
Y que viviste en mi vida
Apoderándote de todo lo que te fue útil.

Esfúmate y piérdete en la oscuridad
Desvanécete y evapórate de una vez
Olvídate y olvídame también
Vuelve a tu vida normal.

No preguntes qué fue lo que pasó
Sólo sigue tu camino y ya
Alejarte me hace feliz
Y de ahí no salgas jamás.

Devorando algunos libros
He rasgado mi vivir
Dormir atónita de aventuras
Claramente enarboladas en mi mente
Pero presa de un clamor desbordante.

No reniego de este cielo y este infierno
Que me acompañan,
La verdad presa me hice
Hace mucho tiempo.

Dudo con certeza desprenderme de aquello
Lo inevitable es tan evitable como eso
Y no pretendo rebatirlo e impedirlo
Noches placenteras cobijan y albergan sensaciones
Fuera de ellas no finjo maldiciones.

Propensa estoy a la amargura
No sin antes despertar en armaduras
Un recuerdo vago, un recuerdo viejo
Son mis compañeros de momento
Inclusiones y reflexiones administran
Falsedades y verdades
Comienzos y términos
Triunfos y fracasos
Anhelantes y fragantes
Compañeros del olvido y la soledad
Y amantes y escondrijos
De batallas ganadas y perdidas.

Carreteras perdidas
Entre piedras y asfalto
Caminos dudosos
Y personas desconocidas
Rutas peligrosas
Y autovías contingentes
Desesperación y brisa,
Sonidos vagos
Bocinas, bencinas, motores,
Tamaños ocupantes
Caras desconocidas
Difícilmente de volver a ver
Así es la realidad carretera
Una perdición,
De la que se entra y se sale
Sin volverse a encontrar
Con las mismas almas perdidas.


Un ser

Es fastidioso el tiempo
Y el camino recorrido
No soporto esa amargura
Que se apodera de mí como travesura.

Alejar fantasmas y espectros
Indignos de mi cercanía quisiera
Permanecer distante de aquellos
Que osen inquietarme siquiera.

Aprendí mucho del ser pensante
No se conoce nunca hasta el instante
De poder clavar su espada penetrante
Pero no sin antes herir y sangrar vigilante.

Podré olvidar lentamente
Todo el sufrimiento que me causaste
Pero lo que nunca extrañaré
Será a ese ser, a ese demonio
Que vive en ti y que no merece a nadie.

Alinear trozos de recuerdos escondidos
En una caja de memoria a largo plazo
Navegar repleta de canciones y de olvidos
Cada una con sus significados y momento preferidos.

Albergar en un rincón las muestras de lo querido
Y añorar espacios y recuerdos infinitos.

Siempre vuelvo ahí
Llena de nostalgia y compasión
Deseando tal vez
Que ya no sean recuerdo
Sino espacios y lugares
Que guarden un trozo de cada uno
De cada momento
De cada canción
Y de cada corazón.

No queremos

No queremos por educadores
Pedantes sin escrúpulos
Y obstaculizadores de la palabra.

No queremos por docentes
Habladores de lo mismo
Y persistentes rutinarios.

No queremos superiores
Que se ablanden a los halagos
Y que pierdan su rumbo claro.

Sólo queremos almas libres
Que proyecten lo importante
Que alimenten la pregunta
Que reciban una crítica
Que recapaciten de su táctica
Y que mejoren cada día.

Que juntos crezcamos
Como docentes y alumnos
Y algún día digamos:
Qué lo mejor de cada uno
Está en lo mejor de todos nosotros.